Cuidados especiales pero habituales

 

Si decidimos realizar una sesión de peluquería en casa sin acudir a un profesional, deberemos tener en cuenta que estas sesiones no abarcan solo el baño y arreglo del pelo del animal. Si no que también tienen en cuenta aspectos como el corte de las uñas, el arrancado del pelo de las orejas, o el vaciado de las glándulas anales.

A continuación veremos cada parte y como tratarla:

                *empezaremos por el cuidado de las orejas. Podemos diferenciar entre animales que tienen las orejas gachas o caídas y animales  que las tienen erguidas. Por norma general aquellos que las tienen caídas son más propensos a padecer  infecciones debido a su falta de transpiración. Lo que nos llevara a tener que realizar su cuidado más frecuentemente.

Lo primero en ambos casos será retirar hacia atrás el pabellón auricular. Tras lo cual limpiaremos el conducto auricular con un limpiador indicado para ello. Habitualmente lo que se hace es introducir el líquido con la cánula que traen para tal efecto y tras unos segundos de dejar que el líquido actué realizaremos un pequeño masaje con movimientos circulares en la base de la oreja. Cuando terminemos lo más frecuente es que el perro se sacuda expulsando al exterior los restos del líquido utilizado. Podremos retirar los restos de suciedad que se hayan depositado en el pabellón auricular con una gasa o con un papel absorbente.

A continuación si nuestro perro es de los que tiene pelos  que nacen del interior de la oreja, lo más apropiado es retirarlos con unas pinzas retirando cada vez pequeñas cantidades

                * Para todos los propietarios que tienen animales de pelo largo y claro, los ojos pueden llegar a ser una gran frustración. Debido a que un lagrimeo constante puede hacer que veamos unas manchas marrones que afean su aspecto y aportan un aspecto triste a nuestro compañero. En el mercado encontraremos multitud de productos que nos ayudaran a mantener esas indeseables manchas oscuras a raya. Pero tenemos que ser conscientes  de que no obran milagros, y que solo conseguiremos resultados después de mucha dedicación. Estos productos se aplican siempre mediante una gasa o algodón en la zona a tratar, con cuidado de no introducirlo en los ojos.

Si no tenemos acceso a uno de estos productos o ante la duda de si lo puedo utilizar correctamente lo mejor será limpiar los ojos con algodón y agua mineral.

Al igual que nosotros los perros generan legañas y condiciones ambientales como el polvo en suspensión pueden hacer que generen mayor cantidad. Ellos no son capaces de lavarse la cara todas las mañanas, por lo que nosotros seremos los encargados de retirárselas con cierta asiduidad. Porque si dejamos que se acumulen la humedad puede producir ulceras que son muy dolorosas.

Si observamos cambios de color o cantidad de legañas deberemos acudir a un veterinario, pues puede ser el primer síntoma de una enfermedad.

 

                * Los dientes. Al igual que el ser humano los animales son propensos al acumulo de sarro.  Afección que se ve sobre todo en aquellos ejemplares de razas más pequeñas o que se alimentan a base de comidas húmedas o blandas. Puesto que la falta de fricción del diente con una superficie dura permite la acumulación de dicho sarro. No se trata solamente de un problema estético, ya que además de un mal olor de boca el sarro puede acarrear problemas tan graves como las afecciones cardiacas. Al tratarse de una vía de entrada libre para las bacterias. Así que deberemos asumir que la limpieza bucal es un asunto de suma importancia.

  

Existen en el mercado múltiples productos que nos ayudaran a mantener una correcta higiene bucal. Comprenden desde pasta de dientes y cepillos específicos para el uso de nuestros amigos, colutorios o juguetes que ayudan a la eliminación del sarro. No todos nuestros compañeros tienen el mismo carácter y aceptan de igual grado la utilización de las diversas técnicas. Así que tendremos que probar hasta dar con el método más adecuado.

El método más eficaz es la limpieza de dientes con cepillo y pasta. No es una tarea sencilla puesto que no se encuentra entre sus acciones predilectas, pero poco a poco llegan a acostumbrarse.

 

                *glándulas anales. Son dos bolsas o inversiones cutáneas situadas a ambos lados del ano, allí donde la piel se une al final del tracto digestivo. En dichas glándulas se va acumulando un líquido de fuerte olor. Estas glándulas están presentes en la mayoría de los animales. Y expulsan este líquido al defecar o voluntariamente para marcar territorio. Sin embargo la vida actual de nuestras mascotas no propicia su secreción. De manera que tendremos que realizar su vaciado manualmente. Pues de lo contrario puede llegar a formarse un absceso, que en ocasiones llega a ser extremadamente doloroso para nuestro compañero.

Si observamos comportamientos como que arrastre el culo por el suelo; se mordisquea o lame intensamente la zona perianal; se muestra sensible o incluso irascible cuando intentamos tocar sus cuartos traseros o describe círculos intentando llegarse a la cola. Podemos sospechar que nuestro compañero está teniendo un problema con sus glándulas. Aunque llegados a este punto lo mejor será que acudamos a nuestro veterinario, porque lo más probable es que requiera de medicación para ayudar a bajar la inflamación.

Para vaciarlas manualmente será preciso que contemos con un par de guantes de lates, y un trozo de papel absorbente (el papel de cocina nos servirá). Colocaremos los dedos pulgar e índice a ambos lados del orificio anal. En la zona inferior de este podremos notar 2 pequeñas bolitas endurecidas. Se trata de los sacos anales. Para vaciarlas apretaremos en sentido ascendente y hacia afuera. Al ejecutar este movimiento habremos situado el papel absorbente entre nuestros dedos y la piel cubriendo la zona anal, para permitir que al salir el líquido de las glándulas este sea recogido por el papel. La mayoría de las veces esta secreción es líquida, pero es cierto que ciertos animales o en ciertas ocasiones puede llegar a tener la consistencia de la pasta de dientes.

Si bien es cierto que no se trata de ninguna habilidad especial, sí que hay que tener una cierta maña al hacerlo. Y no todos los animales nos lo ponen igual de fácil, por lo que si vemos  que e nos complica la tarea y tras un par de intentos no lo hemos conseguido. Lo mejor es que acudamos a un profesional, para no terminar por lastimar a nuestro compañero.

 

                *corte de uñas: la forma más fácil de cortar las uñas es justo tras el baño pues estas se reblandecen con el agua y son más fáciles de cortar y son menos quebradizas. Hemos de tener en cuenta que los animales poseen vasos sanguíneos dentro de las uñas lo cual hace que en la mayoría de los casos podamos cortarle muy poca cantidad. El largo correcto de la uña es aquella que tocando el suelo no provoca una elevación del dedo o torsión de la uña. Si tenemos dudas  a la hora de cortar las uñas, de por dónde hacerlo, quizás sea más cómodo y seguro que se las limemos. Existen limas eléctricas específicas para ellos, pero hay que tener cuidado con animales de pelo largo no se les enganche, así pues las uñas de por ejemplo un maltes será mejor que las limemos con una lima manual  y que si los cortamos puede resultar doloroso.  

Muchos de nuestros compañeros poseen espolones que son uñas que se encuentran en el lado interior de la pata y que nunca llegan a tocar el suelo. Lo que provoca que crezcan sin control por falta de desgaste. Estas uñas pueden representar un problema debido que crecen de forma circular  y en caso de crecer demasiado pueden llegar a incrustarse en la propia pata. Además son uñas que se pueden quedar enganchadas con facilidad con objetos e hilos provocando su desprendimiento y causando un fuerte dolor.