OJO CON LA PROCESIONARIA!!!!
Con la llegada de la primavera no es infrecuente ver en
nuestros parques largas filas de orugas desplazándose y creando auténticas
“autopistas” de incluso varios metros de longitud.
Esta pequeña oruga, en la mayoría de los casos, se
corresponde con la famosa “procesionaria del pino”, siendo esta muy peligrosa
para nuestras mascotas.
No es infrecuente que durante esta época del año nos
encontremos a pacientes que bien han olido, chupado y en el peor de los casos
ingerido alguna de estas orugas.
El por qué nuestras mascotas hacen esto es un misterio, pero
no cabe duda de que estas largas filas de “bichos” les producen una gran
curiosidad que hace que con mucha frecuencia se acerquen a “curiosear” de qué
se trata.
Las barbas que estas orugas presenta a lo largo de todo el
cuerpo son altamente urticantes y un solo rocen en una zona sensible con las
mismas hace que se produzca un intenso picor y angioedema en la zona afectada.
Si nuestra mascota solo huele esta “fila” lo más probable es
que se le inflame la zona de la trufa y el hocico, así como los ojos y no quede
más que en un pequeño susto.
Los problemas más serios aparecen cuando nuestra mascota
chupa a uno de estos bichos (que es lo más frecuente).
En estos casos los problemas suelen aparecer principalmente
en la lengua, donde se empieza a producir una reacción alérgica que si no
controlamos a tiempo puede terminar con la necrosis y perdida del segmento de
lengua afectado.
En caso de que seamos conscientes de que nuestra mascota ha
lamido una oruga (normalmente muestran picor en la cara al momento y como si
les molestase algo en la boca) lo ideal es que apliquemos aguan tibia en la
boca para intentar neutralizar “el veneno” de esta orugas y acudamos
urgentemente a un veterinario para instaurar el tratamiento adecuado que muy a
menudo pasa por la hospitalización del paciente y la administración de
corticoides y antibióticos intravenosos.
En la mayoría de los casos, si reaccionamos rápido, la vida
de nuestra mascota no corra peligro y podamos
salvar la totalidad o la mayor parte de su lengua…aunque a veces es
imposible evitar cierta necrosis y puede ser necesaria la hopitalización
durante varios días en función de la cantidad de zona de la boca afectada y de
la dificultad para comer y beber que presente el paciente.
En el caso de que nuestra mascota ingiera una oruga, el
pronóstico, por muy rápidos que seamos en la atención del paciente, empeora
muchísimo ya que la zona afectada no se va a reducir a la cavidad oral, siendo
en estos casos muchos más frecuentes los desenlaces fatales.
Afortunadamente es raro el perro que ingiere una oruga
entera ya que en cuanto entra en contacto con la boca, el picor que produce
hace que instintivamente tiendan a escupirlas.
No obstante durante toda la primavera recomendamos ser muy
prudentes y observadores con estos “bichos” y nuestras mascotas ya que no hay
mejor medicina, que la preventiva.
Y si por desgracia tuvieseis algún problema de este tipo,
acudid urgentemente al veterinario más cercano.
No obstante si tenéis alguna duda o queréis más información,
no dudéis en contactar con nosotros en el 91.642.67.25 o en el 608.52.12.88