Cuidado con el calor!!!!!
Con la llegada del verano no es infrecuente ver en consulta
animales con golpes de calor.
En nuestro país dadas las temperaturas que se alcanzan sobre
todo en la zona centro y en el sur (pero en general en toda la península) y las
cada vez más infrecuentes precipitaciones que tenemos, es relativamente
sencillo que se alcancen temperaturas reales o sensaciones térmicas muy por
encima de las óptimas para la mayoría de nuestras mascotas.
Los roedores y conejos, tiene una temperatura óptima
especialmente baja en comparación con los perros/gatos, siendo esta entorno a
los 15-20ºC
Las aves suelen tolerar mejor el calor, pero no obstante son
de ambientes más húmedos (pero mucho más) del que tenemos en la península.
Y los reptiles depende un poco de su distribución geográfica
en general, pero siendo la mayoría de los que tenemos como mascota animales de
climas más húmedos.
Con todo esto queremos dar a entender la importancia que
tiene las condiciones ambientales en las
que pasan nuestras mascotas el verano, ya que los golpes de calor implican un
rápido aumento de la temperatura corporal con afectación de órganos internos
que cuanto menos requieren hospitalización y que pueden llegar a ser mortales.
Aquí hemos de hablar un poco de la diferencia en la
termorregulación entre personas y animales.
La mayoría de los animales que tenemos como mascotas no
presentan glándulas sudoríparas, por lo que sus mecanismos para termorregular
se basan principalmente en la respiración y la transpiración de las
almohadillas de las patas.
Esto es de capital importancia en todas las razas de perros
y gatos de “hocico achatado” que ya de por si tiene una capacidad respiratoria
muchas veces mermada por particularidades fisiológicas y que se adapta mal a
esta demanda de activad durante las épocas de más calor.
Una manera de refrescas a nuestras mascotas (perros y gatos)
si las vemos muy sofocadas, consiste en mantenerlos en lugares frescos,
mojarles e incluso humedecer sus
almohadillas con alcohol y dejarles agua fresca a disposición.
A parte de lo obvio de dejar a un animal en un coche cerrado
(independientemente de que este a la sombra) donde se pueden alcanzar
temperaturas elevadísimas, es muy frecuente este tipo de problemas en animales
que pasan mucho tiempo en patios y
jardines.
Si nuestra mascota pasa mucho tiempo fuera de casa, siempre
hemos de dejarla accesible un sitio a la sombra y fresco así como agua a su disposición,
y en la medida de lo posible evitar que este fuera en las horas de más calor
(esto es importantísimo en conejos y roedores)
Los síntomas típicos que un propietario puede detectar en un
mascota cuando le está dando un golpe de calor son: frecuencia respiratoria muy
elevada (jadeando mucho), un babeo excesivo, piel más caliente de lo normal,
encías enrojecidas y brillantes, expresión alerta o ansiosa, vómitos,
convulsiones, búsqueda de lugares fríos, tropiezos o caídas y temperatura
rectal muchas veces por encima de los 40.5ºC.
Por todo esto, terminamos diciendo que el verano es una
época estupenda para disfrutar con nuestra mascota al aire libre, pero que
hemos de tener cuidado con las temperaturas porque no siempre les afectan igual
que a nosotros y ante la mínima duda de que pueda estar empezando con un golpe
de calor, acercarlo al veterinario.
Para más información no dudéis en contactar con nosotros en
el 91.642.67.25 o en el 608.52.12.88.
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